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4º CICLO

MACO OAXACA

C04S01 - MANRICO MONTERO

Manrico Montero Calzadíaz
-Kullay / Llankhay
+Fonografía nocturna de la Selva Maya

Casa Dos Lagos
Ignacio Bernal 1000 Col. MontoyaPara esta primera sesión de Meditatio Sonus en Oaxaca se presentan 2 piezas:

1) Kullay / Llankhay
Verbos de origen Quechua que significan "palpar / sentir".
Improvisación con objetos amplificados, guitarra preparada y procesos digitales, generando una experiencia de inmersión sensorial a partir de la creación de un continuo que enfatiza la constitución espacio-temporal de la materia sonora.

2) Fonografía nocturna de la Selva Maya
Pieza multicanal de paisaje sonoro que reconstruye la experiencia de la Selva Maya mexicana. Se remezclarán en vivo los diversos elementos constituyentes de la polifonía acústica de una biofonía de insectos y anfibios, potenciando una experiencia tridimensional de la selva nocturna.
Manrico Montero Calzadíaz
(México - Bolivia)
Investigador de bioacústica, biosemiótica y ecología del paisaje sonoro. Su trabajo documentando y estudiando las señales acústicas en insectos, anfibios y aves y sus ecosistemas en el neotrópico latinoaméricano, lo ha llevado desde los bosques de niebla y selvas tropicales en México, hasta la amazonía sudamericana y los altos andes.

Meditatio Sonus se compone de Ciclos de 8 sesiones en la que preparamos una curaduría, seleccionando a 8 artistas, que trabajan en la vanguardia de la música experimental y el arte sonoro, y los invitamos a que realicen una investigación sobre las frecuencias del sonido y la mente.

Cada instante de la vida, lo vivimos inmersos en sonido audible e inaudible, nos rodea ,penetra y permea. La impermanencia del sonido es el vehículo ideal para practicar la atención plena. La meditación en el aquí y el ahora, en el instante que se prolongue en la plenitud ante el vacío.

La meditación colectiva lleva a la práctica y encauza la energía de la comunidad, siendo un espacio abierto para la escucha del aquí y el ahora. Un espacio que promueve el presente a través de la dimensión aural y la atención en la respiración como acto fundamental del ser, disipando los pensamientos que nos arrojan continuamente al futuro y que fracturan la red de conexiones vitales de la que somos parte. Focalizar la percepción en el sentido de la escucha abre al resto de los sentidos y se amplía en plenitud la atención al entorno. Las variantes de la naturaleza se vuelven parte del estado de conciencia que sustentan el desvanecimiento del ruido mental. Focalizar el momento contribuye a la plasticidad neuronal en la expansión de los estados de plenitud.